miércoles, 28 de enero de 2009

Snowboard, ¿deporte de masas o deporte espectáculo?

En la sociedad actual es común oír palabras como “masas” o “espectáculo”, sin embargo las miles de definiciones que rondan por ahí son a menudo poco fundamentadas y/o contrastadas.
Los deportes suscitan pasiones por su factor competitivo y de identificación con los atletas, y algunas veces, aunque menos, por el estilo de vida que conllevan,(pero esto ya es otro tema).
Cuando hablamos de un deporte de masas, ¿se refiere a los practicantes o a los seguidores? Un artículo de un periódico nacional hablaba de un deporte de masas reservado para unos cuantos, como es la fórmula 1. Lógicamente existen también las críticas a la manera de valorar la fórmula 1 como un deporte de masas.
Si el deporte es una actividad física, con competición implícita o no, se podría llegar a la conclusión de que son de masas aquellos deportes que los practica un gran número de personas: la masa.
Los espectadores de un evento deportivo, no tienen porque ser practicantes del mismo. O sí. Por lo que a mi personalmente me gustaría diferenciar los deportes que tienen una gran afición a los que tienen un gran número de aficionados.
La práctica del snowboard aumenta indudablemente año tras año. Pese que en España es difícil saber con exactitud el incremento de practicantes, salta a la vista la cantidad de riders que encontramos en la montaña y es que a veces las cosas no se valoran tanto con cifras sino con hechos: la adaptación de las estaciones de esquí de la península a las exigencias de la práctica del snowboard y del freestyle en general habla por si sola.
¿Podemos ya llamarle deporte de masa?
Creo que todo es relativo. En un país en que la cultura de montaña y de nieve es más bien escasa, es muy difícil que un deporte como el nuestro cuente con un número de practicantes exageradamente elevado. Sin embargo, en países dónde la montaña está integrada en el día a día y como tal sus deportes, es más común que el snowboard vaya ganando, o esté ganando, terreno, por ejemplo, al esquí.
Una cosa lleva a la otra, como más practicantes tiene un deporte, más aficionados al mismo, más afición se crea verso a él. Por lo que los eventos deportivos cobran mayor importancia, los organizadores son conscientes de ello y los montan para las masas: Grandes dimensiones para un gran espectáculo. Y es que las competiciones urbanas en grandes ciudades, dónde la nieve está descontextualizada y se enfatiza a los propios deportistas, están de moda. Quizás por la novedad, la originalidad o tan sólo por la espectacularidad que contiene en si mismo, el éxito está garantizado. Intentad explicar sino, las 27.500 personas asistentes al Air&Style de Munich del 2006.
Algunos dicen que las masificaciones no son buenas, otros opinan que reportan facilidades ya sea por encontrar más variedad en material muy específico o viajes más económicos, aunque vengan de la mano de las aglomeraciones. Yo prefiero pensar que los snowboarders somos una masa pequeña e unida, una muchedumbre como diría el sociólogo Blumer, que crece poco a poco para nuestro propio bien. Sea o no espectacular, porque en definitiva el espectáculo del snowboard es el que lleva cada uno dentro cuando lo practica.

lunes, 12 de enero de 2009

Introducción de SnowboardVisón

Cuando un deporte se convierte en un estilo de vida para sus aficionados y en un espectáculo para los visitantes, nace algo así como “la comunidad deportiva”.
Vemos numerosos ejemplos en la sociedad actual empezando por el fútbol, las carreras de caballos e incluso el golf.
De hecho, la gran mayoría de deportes conllevan un estilo de vida y ofrecen espectáculo, pero no todos son los “deseados”.
Los deportes de riesgo, sólo por llevar este apellido parecen reservados a los más aventureros y osados, aunque yo incluso me atrevería a decir adinerados. Se convierten de esta manera en una actividad de la cual no todo el mundo puede disfrutar.
Suelen practicarse en plena naturaleza y en condiciones extremas de frío, calor, viento, altura,... o todo a la vez. Lo que implica movernos de nuestro hábitat natural: pueblos o ciudades, con el significado intrínsico de viajar.
La reacción de la adrenalina corriendo por las venas es otro factor idealizado, buscado y codiciado por muchos, asociado inequívocamente a los deportes de aventura.
Tan sólo con observar como un “loco” escala una pared aparentemente lisa a 100 metros del suelo, un “curioso” se adentra a las profundidades marinas sin saber qué hay a su alrededor o ver el que se tira de un rascacielos y abre su paracaídas a tocar del suelo, nos produce una sensación de inquietud y alivio a la vez, de sufrimiento y recompensa, un mareo en el estómago que queremos volver a sentir.
Nos sentimos identificados con un deportista de pies a cabeza, aunque no lo vemos como tal, porque su lugar de trabajo no es ni el gimnasio, ni una cancha, y nos sentimos ansiosos para que gire la cabeza y la cámara enfoque que hay más allá del río bravo y ver ese paisaje espectacular al que siempre hemos querido viajar.
El Freestyle es una oportunidad magnífica para dar a conocer la versión más “libre” y urbana de muchos deportes que grabarlos en su verdadero entorno se convierte en una tarea realmente difícil.
El SNOWBOARD se ha posicionado como uno de los deportes de invierno favoritos y más recurrentes, con la explosión del freestyle y todas sus variantes, creando su propia comunidad deportiva y creando altísimas expectaciones tanto de los practicantes como de los espectadores.
En este espacio web pretendo analizar des de mi punto de vista de dentro del snowboard, pero observándolo des de una distancia de seguridad, el propio deporte, sus deportistas, los eventos, la aceptación del público y de la gente de a pie. Así como analizar su mercado, las estrategias de las marcas tan presentes e importantes, aunque parezca paradójico, en la montaña y un sin fin de aspectos y valores que lleva asociados este mágico deporte.